TL;DR

  • Los textos de la antigua Grecia y Roma asocian a las serpientes y su manipulación con ritos mistéricos; algunos pasajes aluden de manera verosímil a la recolección o uso de veneno en contextos rituales.
  • La ingestión vs la inyección es importante: los autores clásicos señalan que el veneno tragado puede ser mucho menos dañino que el inyectado (cf. Lucano, Farsalia 9), lo cual encaja con usos rituales potencialmente sobrevivibles.
  • Autores de finales del siglo XX (p. ej., Merlin Stone; más tarde Sjöö & Mor) propusieron la envenenación controlada o la microdosificación como sacramento enteogénico detrás de ciertas visiones de culto.
  • Anécdotas modernas (p. ej., la mordedura de krait a Bill Haast tras su inmunización) describen estados intensos, de tipo psicodélico, pero la evidencia sigue siendo fragmentaria y en gran medida circunstancial.
  • La idea del “veneno de serpiente como enteógeno” es una hipótesis sugerente; necesita una fundamentación filológica y farmacológica más sólida antes de llegar a conclusiones firmes.

Indicios antiguos de rituales con veneno de serpiente#

Incluso en la Antigüedad hubo indicios de que las serpientes —y su veneno— desempeñaban un papel en ritos secretos. Un ejemplo llamativo proviene de las discusiones sobre el culto traco‑frigio de Sabacio (a menudo asociado con ritos dionisíacos). Las polémicas antiguas se burlan de las ceremonias iniciáticas y describen detalles sensacionalistas —a veces traducidos como “ordeñar a las serpientes para obtener su veneno”. La vívida expresión sugiere que la extracción deliberada pudo haber formado parte de la preparación de los ritos mistéricos, quizá para una poción u ungüento usado en los iniciados. Véase información general sobre Sabacio e imaginería serpentaria (Wikipedia overview).

Los autores antiguos también señalaron que ciertas ménades o sacerdotisas manipulaban serpientes vivas durante las ceremonias dionisíacas. Las Bacantes de Eurípides enmarcan repetidamente a las seguidoras del dios con serpientes como parte de la práctica extática (p. ej., Bacchae, line refs). El biógrafo romano Plutarco trata de manera similar la manipulación de serpientes como un rito de mujeres tracias “antiguo” y “bárbaro” en sus discusiones sobre prácticas cultuales más antiguas.

Primero se soltaron el cabello sobre los hombros, y se ajustaron las pieles de cervatillo, tantas como habían soltado las ataduras de sus nudos, ciñendo las pieles moteadas con serpientes que lamían sus mandíbulas. Y algunas, sosteniendo en sus brazos una gacela o un lobezno salvaje, les daban leche blanca, tantas como habían abandonado a sus recién nacidos y tenían aún los pechos hinchados. Se pusieron guirnaldas de hiedra, y de roble, y de tejo florido. Una tomó su tirso y lo golpeó contra una roca, de la cual brotó un arroyo de agua rocosa. Otra dejó que su tirso golpeara el suelo, y allí el dios hizo brotar una fuente de vino. Todas las que deseaban la bebida blanca arañaban la tierra con las puntas de los dedos y obtenían corrientes de leche; y un dulce flujo de miel goteaba de sus tirsos de hiedra.
— Eurípides, Bacchae (trad. E.P. Coleridge), card 695 segment, Perseus

Plutarco también arremete contra los excesos “bárbaros y exóticos” en ciertos ritos extáticos — “correr de un lado a otro y golpear tambores… en los santuarios”— y habla de un acercamiento temeroso a los templos “como a guaridas de osos o cuevas de serpientes”, una ventana a cómo los autores grecorromanos enmarcaban tales prácticas:

[Los supersticiosos] se acercan a los salones o templos de los dioses como se acercarían a guaridas de osos o cuevas de serpientes o a las moradas de monstruos de las profundidades… conjuros y hechizos mágicos, correr de un lado a otro y golpear tambores, purificaciones impuras y santificaciones sucias, penitencias bárbaras y exóticas y mortificaciones en los santuarios…
— Plutarco, Sobre la superstición (De superstitione), LacusCurtius/Thayer

También vale la pena señalar que ingerir veneno de serpiente —en oposición a la inyección por mordedura— puede ser compatible con la supervivencia en ciertas circunstancias, y los escritores antiguos notaron la distinción. El poeta Lucano describe vívidamente las diferentes presentaciones del veneno en el Libro 9; entre otras escenas, escribe sobre el seps que consume y la dipsa con su sed abrasadora:

“…el seps que consume disuelve los huesos junto con el cuerpo… He aquí, el veneno silencioso avanza sigilosamente y se apodera de la médula; un fuego devorador inflama las partes internas con una corrupción ardiente; la plaga bebe la humedad esparcida por los órganos vitales y comienza a resecar la lengua en el paladar seco; ningún sudor llega a los miembros cansados, y la vena de las lágrimas huye de los ojos.”
— Lucano, Farsalia 9 (mi trad.), latín en The Latin Library

Las tradiciones posteriores a veces vincularon el veneno de serpiente con la curación o la visión.

Un complejo mítico relacionado vincula a las serpientes con la adquisición de la audición profética. Apolodoro cuenta cómo Melampo crió a unas serpientes jóvenes; cuando éstas lamieron sus oídos, despertó con la capacidad de entender a los pájaros y así de adivinar:

…delante de su casa había una encina, en la cual había una guarida de serpientes. Sus sirvientes mataron a las serpientes, pero Melampo recogió leña y quemó a los reptiles, y crió a las crías. Y cuando las jóvenes estuvieron completamente crecidas, se colocaron junto a él a cada uno de sus hombros mientras dormía, y purgaron sus oídos con sus lenguas. Se levantó sobresaltado, pero entendió las voces de las aves que volaban sobre su cabeza, y a partir de lo que aprendió de ellas predijo a los hombres lo que habría de suceder…
— Apolodoro, Biblioteca 1.9.11 (trad. Frazer), Perseus

Incluso la invectiva política conserva detalles de la iniciación sabazia/báquica. Demóstenes se burla de Esquines como el muchacho que asistía a los ritos de su madre —mezclando las libaciones, vistiendo a los iniciados con pieles de cervatillo y manipulando el utillaje ritual:

Al llegar a la edad adulta ayudabas a tu madre en sus iniciaciones, leyendo el libro de servicio mientras ella realizaba el ritual, y ayudando en general con el utillaje. Por la noche era tu deber mezclar las libaciones, vestir con pieles de cervatillo a los catecúmenos, lavar sus cuerpos, restregarlos con el barro y el salvado…
— Demóstenes, Sobre la corona 259 (trad. Vince), Perseus


Especulaciones de la modernidad temprana (1970s–1980s)#

La idea explícita de que los cultos mistéricos del Mediterráneo antiguo usaban veneno de serpiente como enteógeno (un sacramento que altera la mente) no apareció en letra impresa hasta finales del siglo XX. Una voz pionera fue Merlin Stone, cuyo libro de 1976 When God Was a Woman propuso una hipótesis provocadora: las sacerdotisas de cultos de la Diosa Madre —desde Creta hasta Eleusis— pudieron haber empleado pequeñas dosis de veneno de serpiente para inducir el trance oracular (Stone 1976, IA).

Stone señaló que las serpientes eran sagradas para muchas diosas (la Uadyet egipcia, las diosas serpentinas cretenses y griegas, etc.) y estaban vinculadas de manera constante con la profecía y la sabiduría. Reunió fragmentos interculturales: las leyendas griegas de Casandra y Melampo adquiriendo poderes proféticos tras el contacto con serpientes —p. ej., Melampo después de que las serpientes lamieran sus oídos (Apollodorus, 1.9.11)—, el folclor árabe sobre comer corazones de serpiente para entender a los animales, y reportes de manipulación iniciática de serpientes en ritos indígenas.

Lo más intrigante es que Stone señaló la experiencia moderna: Bill Haast —un manipulador de serpientes auto‑inmunizado— sobrevivió a la mordedura de un krait y reportó un estado intenso y visionario caracterizado por una claridad extraordinaria, audición agudizada y versos espontáneos. Tales relatos sugirieron a Stone que las serpientes de los templos no eran meramente simbólicas sino instrumentos de revelación, y que la envenenación controlada podría subyacer a ritos inductores de visiones (Bill Haast bio).

La teoría de Stone, aunque especulativa, claramente despertó interés. Las escritoras de espiritualidad feminista Monica Sjöö y Barbara Mor la adoptaron y popularizaron en The Great Cosmic Mother (1987), argumentando que las antiguas chamanas “eran conscientes de esta propiedad del veneno de serpiente” y que la dosificación subletal podía producir clarividencia y “poderes mentales extraordinarios”.


Investigadores y publicaciones posteriores (1990s–2010s)#

Para la década de 2000, más autores —tanto divulgadores como académicos— se involucraron con la idea del “veneno de serpiente como enteógeno” y la compararon con enteógenos conocidos (peyote, psilocibina). Ensayos en línea circulaban ya en 1999, relatando el caso de Haast tras su inmunización y preguntando si las primeras “profetisas de la serpiente” buscaban “viajes por mordedura de serpiente” controlados. La hipótesis tenía un punto de apoyo en los círculos de historia alternativa y neopaganismo, incluso mientras los clasicistas de la corriente principal se mantenían escépticos a la espera de pruebas filológicas y farmacológicas más firmes.


FAQ#

P1. ¿Los cultos mistéricos antiguos realmente ingerían veneno de serpiente?
R. Las instrucciones directas e inequívocas son escasas. Sin embargo, múltiples fuentes antiguas asocian a las serpientes con la iniciación, la curación y la profecía; al menos un pasaje polémico se traduce como “ordeñar a las serpientes”, y los autores clásicos notaron que el veneno tragado puede ser mucho menos peligroso que el veneno inyectado (cf. Lucano, Farsalia 9).

P2. ¿Cómo podría usarse el veneno sin matar al iniciado?
R. La dosis y la vía de administración importan. Muchas toxinas del veneno son proteínas que se degradan en el tracto digestivo, especialmente si la boca no tiene heridas abiertas. El testimonio clásico de que tragarlo puede ser comparativamente inofensivo respalda la plausibilidad de una exposición cuidadosamente controlada y no parenteral en contextos rituales.

La mayoría de los venenos dañan a los seres humanos sólo cuando se introducen en la piel o en tejidos más profundos, por lo general a través de una picadura o mordedura. — Encyclopaedia Britannica, “Venom,” britannica.com/science/venom

P3. ¿Cuál es el anclaje textual más sólido para esta hipótesis?
R. El conjunto de evidencias: la manipulación de serpientes en la práctica dionisíaca (p. ej., Eurípides, Bacchae), las observaciones sobre la vía de entrada del veneno (Lucano), las referencias polémicas a la recolección de veneno en ritos de tipo sabazio, y las asociaciones míticas/médicas posteriores del veneno de serpiente con estados alterados y la percepción agudizada.

P4. ¿Quién popularizó la versión moderna de la idea?
R. Merlin Stone (1976) la formuló con extensión de libro; Monica Sjöö y Barbara Mor la amplificaron (1987). Los casos modernos anecdóticos (p. ej., Bill Haast) añadieron color, pero no son estudios clínicos.


Notas#


Fuentes#

  1. Lucan. “Pharsalia (De Bello Civili), Book 9.” Latin text at The Latin Library.
  2. Babylonian Talmud. “Shabbat 146a.” Bilingual text at Sefaria.
  3. Apollodorus. “Library (Bibliotheca) 1.9.11” (Melampus and the serpents), English (Frazer) via Perseus.
  4. Euripides. “Bacchae,” E.P. Coleridge trans., card 695 segment via Perseus. General line refs: ToposText.
  5. Demosthenes. “On the Crown” 259, C.A. Vince trans., via Perseus.
  6. Plutarch. “On Superstition (De superstitione),” trans. Babbitt et al., at LacusCurtius/Thayer.
  7. Stone, Merlin. When God Was a Woman.
  8. Sjöö, Monica; Mor, Barbara. The Great Cosmic Mother. Catalog refs (example): Google Books.
  9. Haast, W.E. “Snakebites and Immunization.” billhaast.com.
  10. Encyclopaedia Britannica. “Venom.” britannica.com/science/venom.