“Somos el pueblo de la Tierra y ayer hablábamos la misma lengua. La antigua lengua de la Tierra vive dentro de nosotros, pero la hemos olvidado. Ha llegado el momento de revivirla.”
— Nicolas Bruneteau, A Glossary of 250 Reconstructed Proto-Sapiens Roots (2023)
TL;DR
- La hipótesis Proto-Sapiens postula un origen único para todas las lenguas humanas, un campo de estudio controvertido pero intrigante.12
- Dos raíces reconstruidas,
*hankwa(“aliento, viento, alma”) y*henkwi(“serpiente, dragón”), parecen formar un par entrelazado, lo que sugiere una conexión simbólica profunda.3 - Evidencia de diversas macrofamilias lingüísticas (afroasiática, indoeuropea, trans–Nueva Guinea, etc.) muestra posibles cognados que vinculan el aliento/viento con el simbolismo de la serpiente.
- Términos modernos como el latín anima, el griego ánemos, el tagalo hangin, el latín anguis y el inglés snake podrían descender en última instancia de estas raíces antiguas.
- La prevalencia global de mitos que fusionan viento, fuerza vital y serpientes (p. ej., la Serpiente Arcoíris, los dragones, la kundalini) apunta a un arquetipo paleolítico compartido, posiblemente relacionado con teorías tempranas de la conciencia.
Introduction#
El lenguaje humano puede conservar ecos de nuestros conceptos simbólicos más antiguos. La hipótesis Proto-Sapiens (o Proto-Mundo) propone que todas las lenguas humanas descienden de una sola lengua ancestral hablada hace decenas de miles de años.1 Aunque esta idea permanece en los márgenes de la lingüística histórica dominante, que prefiere trabajar dentro de familias lingüísticas establecidas,2 proporciona un marco sugerente para explorar posibles etimologías globales: palabras con sonido y significado similares en todo el mundo.4
Entre los candidatos más intrigantes para una reconstrucción tan profunda se encuentran dos raíces propuestas por el comparatista de largo alcance Nicolas Bruneteau en su Glossary of 250 Reconstructed Proto-Sapiens Roots: *hankwa (que significa “respirar; aliento; vivir; vida; alma; viento; soplar”) y *henkwi (que significa “serpiente; serpiente mítica (dragón); arrastrarse como una serpiente”).3 Estas raíces parecen estar entrelazadas semánticamente, conectando fuerzas vitales fundamentales (aliento, viento, alma) con el poderoso arquetipo de la serpiente.
Este artículo explora la evidencia de este continuum aliento–serpiente tal como se expone en las reconstrucciones de Bruneteau. Examinaremos cómo el campo semántico de cada raíz se refleja en diversas protolenguas, apoyándonos en tablas de cognados propuestos. También consideraremos cómo este patrón lingüístico puede relacionarse con teorías sobre la conciencia paleolítica, como la teoría del “culto serpentino de la conciencia” de Andrew Cutler.
Methodology of Proto-Sapiens Reconstruction#
Reconstruir el lenguaje hasta la profundidad de Proto-Sapiens es una empresa controvertida. La lingüística histórica dominante puede reconstruir con confianza protolenguas de familias establecidas como la indoeuropea o la austronesia, con una antigüedad de entre 6,000 y 10,000 años.2 Más allá de ese punto, se considera que las señales de parentesco lingüístico —correspondencias fonéticas regulares y gramática compartida— se erosionan, lo que dificulta distinguir las relaciones genéticas verdaderas de los parecidos fortuitos o de los préstamos antiguos.4
Los defensores de la “comparación de largo alcance”, como Bruneteau, sostienen que, comparando palabras de todas las familias lingüísticas existentes, se pueden inferir rasgos de una lengua ancestral mucho más antigua.3 Este método se basa en varios principios clave:
- Comparación entre familias: Identificar correspondencias recurrentes de sonido–significado a través de múltiples macrofamilias no relacionadas.
- Agrupamiento semántico: Reconocer que las raíces antiguas a menudo tenían un amplio rango polisémico (p. ej., una sola raíz para aire, vida, alma, viento y sangre).
- Simbolismo sonoro y onomatopeya: Suponer que muchas palabras primordiales surgieron de imitaciones de sonidos naturales (el viento que sopla, el siseo de las serpientes) o de acciones humanas básicas (respirar).5
Por ejemplo, Bruneteau analiza *hankwa como un compuesto de *ha + *na + *kwa, que representa el sonido del aire (*ha) pasando por la nariz (*na) y la boca (*kwa).3 Aunque tales análisis son especulativos, proporcionan un marco para investigar las capas más profundas de la historia lingüística. Sin embargo, es crucial distinguir entre las reconstrucciones bien fundamentadas dentro de familias establecidas y estas conjeturas más ambiciosas de un Proto-Mundo.
hankwa – Breath, Life, Soul, and Wind#
Se propone que la raíz proto-sapiens *hankwa encapsula el rico campo semántico: “respirar, aliento; vivir, vida; alma, sangre; viento; soplar.”3 Este concepto primordial vincula el acto físico de respirar con la noción de un alma o fuerza vital transportada por el viento: un ejemplo arquetípico de animismo en el lenguaje.5 La siguiente tabla presenta algunos de los cognados propuestos más llamativos en diferentes familias lingüísticas, lo que sugiere un patrimonio lingüístico verdaderamente antiguo y extendido.
| Language Macrofamily/Family | Reconstructed Proto-form | Notes & Examples |
|---|---|---|
| Proto-Sapiens (Hypothetical) | *hankwa | (Breath, life, soul, wind). The proposed ultimate ancestor root.3 |
| Proto-Trans-New-Guinea | *henkwe | (Wind). TNG represents over 60 language families in New Guinea. Example: Wogamusin həkwit (wind).3 |
| Proto-Nostratic (Hypothetical) | *hankwa | (Breath, life, soul, wind, blood). A proposed macrofamily linking several Eurasian families. |
| ↳ Proto-Afroasiatic | *-xʷanha | (To breathe, inhale; life, soul; wind).6 Example: Ancient Egyptian Ꜥnḫ (ankh), “life.”7 |
| ↳ Proto-Indo-European | *h₂enh₁- | (To breathe).8 A well-established reconstruction. Examples: Latin anima “soul, breath,”9 Greek ánemos “wind.” |
| ↳ Proto-Uralic | *wajŋe | (Soul, breath). Example: Finnish henki “spirit, breath.”3 |
| Macro-Caucasian (Hypothetical) | *hwerkwa | (Wind, to breathe, air). Another proposed macrofamily. |
| ↳ Sumerian | *hwril → líl | (Wind). The Sumerian god of wind and breath, Enlil (𒀭𒂗𒆤), may be a nativized form of a related root.10 |
| Proto-Austric (Hypothetical) | *hankwal | (Wind, to blow, soul). |
| ↳ Proto-Austronesian | *haŋin | (Wind).11 Example: Tagalog hangin “wind.” A separate root, *NiSawa (“to breathe”), yields Malay nyawa “life, soul.”12 |
| Proto-Abya-Yala (Hypothetical) | *hekwal | (Wind, to breathe, air). A proposed family for Native American languages. |
Como ilustra la tabla, las raíces tipo *hankwa están abundantemente atestiguadas en todo el mundo.
En África y el Cercano Oriente, el protoafroasiático *-xʷanha (“respirar, vivir”)6 es un candidato sólido, con posibles reflejos en la famosa palabra egipcia ankh (𓋹), el símbolo mismo de la vida.7 En las lenguas khoisanas, encontramos formas como *hankwe, con el ǃXóõ ǂqhuè que significa “viento; espíritu.”3
En Eurasia, la evidencia es particularmente fuerte. El protoindoeuropeo (PIE) *h₂enh₁- (“respirar”)8 es una piedra angular de la lingüística histórica, y nos da el latín anima (“aliento, alma”), el griego ánemos (“viento”) y el sánscrito ániti (“él respira”). El protourálico *wajŋe (“alma, aliento”) y el prototrans-eurásico *hiu̯ŋgu (“respirar, oler”) refuerzan la idea de una raíz antigua para este complejo conceptual en toda la Eurasia interior.3 En el Cáucaso, la lengua aislada vasca tiene ke (“humo”), que Bruneteau remonta a un estadio anterior *khe relacionado con *hankwa.3
El patrón se extiende por Asia y Oceanía. El protoáustrico se reconstruye con *hankwal (“viento, alma”), reflejado en el protoaustronesio *haŋin (“viento”), que sobrevive en lenguas como el tagalo y el malayo (angin).311 Incluso en la lejana Australia, el proto–pama-ñungán tiene una palabra reconstruida *wanri (“viento”).3
Esta amplitud global de los posibles reflejos de *hankwa —que abarca África, Europa, Asia y Oceanía— subraya su antigüedad. Los primeros humanos en todas partes parecen haber sentido la ecuación aliento = vida = espíritu, codificándola profundamente en sus lenguas.
henkwi – Snake and Dragon Across Proto-Languages#
La segunda raíz, *henkwi, se glosa como “serpiente; serpiente mítica (dragón); arrastrarse como una serpiente.”3 Es probable que este término designara a la serpiente arquetípica, una criatura de enorme importancia mitológica. La investigación antropológica sugiere que el mito del matadragones podría remontarse al Paleolítico, siendo el dragón una criatura compuesta asociada con el agua, las tormentas y el viento.13 El léxico proto-sapiens parece codificar esto, ya que *henkwi se cruza semánticamente con *hankwa (viento), *konha (agua) y *henke (fuego).3
Dada la importancia cultural de la serpiente, no sorprende que *henkwi se considere una de las palabras más estables y reconstruibles. La siguiente tabla destaca algunos de los cognados propuestos más convincentes.
| Language Macrofamily/Family | Reconstructed Proto-form | Notes & Examples |
|---|---|---|
| Proto-Sapiens (Hypothetical) | *henkwi | (Snake, dragon). The proposed ancestral root for the serpent archetype.3 |
| Proto-Trans-New-Guinea | *hankwi | (Snake). Found across a super-phylum of over 60 language families. Examples: Nend akʷɨ, Mali aulanki.3 |
| Proto-Afroasiatic | *hengwi | (Snake). This root diversified greatly. Example: Arabic ḥanaš (“snake,” possibly from *naḥaš by metathesis, see below).314 |
| Proto-Eurasiatic (Hypothetical) | *henghwe | (Snake). |
| ↳ Proto-Indo-European | *h₂éngʷʰis | (Serpent).15 A solid reconstruction. Examples: Latin anguis “snake,” Sanskrit áhi “serpent,” English snake (from related PIE root *sneg-o- “to crawl”).16 |
| Macro-Caucasian (Hypothetical) | *henkwe | (Snake, mythical snake). |
| Proto-Himalayo-Austric (Hyp.) | *bronke | (Snake, dragon). |
| ↳ Proto-Hmong-Mien | *ʔnaŋ / *kroŋ | (*ʔnaŋ “snake,” *kroŋ “dragon”). The forms suggest a link to other regional reconstructions.3 |
| Proto-Abya-Yala (Hypothetical) | *kankwi | (Snake). A proposed root for the languages of the Americas. |
Al igual que con *hankwa, encontramos formas tipo *henkwi en todo el planeta.
África: Un cognado probable aparece en el protoafroasiático como
*hengwi(“serpiente”).3 Aunque las lenguas semíticas tienen términos como el hebreo nāḥāš,14 Bruneteau también señala el árabe ṯuʿbān (“dragón”) como una posible metátesis de un original*hanku.3 En Níger–Congo, el protobantú*-joka(“serpiente”, por ejemplo suajili joka) es común.Eurasia: El protoindoeuropeo (PIE)
*h₂éngʷʰis(“serpiente”)15 es un ejemplo de manual, que da lugar al latín anguis y al sánscrito áhi. Otra raíz indoeuropea,*sneg-o-(“arrastrarse”), nos dio el inglés snake.16 En sino-tibetano, la palabra para dragón, el chino lóng (龍), se remonta al protosino-tibetano*mbruŋ,17 que Bruneteau vincula con la familia más amplia*bronke.3Nueva Guinea y más allá: La reconstrucción de
*hankwi(“serpiente”) en el proto–trans–Nueva Guinea es una evidencia llamativa, ya que este superfilo lingüístico es increíblemente diverso y antiguo.3 En austronesio, encontramos palabras nativas como sulaʀ (que da el malayo ular)18 así como préstamos como el tagalo ahas (del sánscrito ahi), lo que muestra cómo las palabras para “serpiente” pueden ser tanto heredadas como prestadas.19
A pesar de las variaciones fonéticas y las innovaciones locales (a menudo debidas a tabúes sobre los nombres de serpientes), el patrón global es claro: lenguas de África, Eurasia, Nueva Guinea y las Américas tienen términos antiguos para serpiente/dragón que pueden resonar con *henkwi. El hecho de que *henkwi pueda proyectarse de manera verosímil hasta Proto-Sapiens sugiere que nuestros ancestros llevaron consigo historias de grandes serpientes mientras poblaban el mundo.
Modern Descendants#
Rastros de *hankwa y *henkwi sobreviven, posiblemente, en muchas lenguas modernas.
De
*hankwa(Aliento/Vida):- Latín y lenguas romances: El latín anima (“aliento, alma”) del PIE
*h₂enh₁-nos da el inglés animal y animate.9 - Griego: ánemos (“viento”) nos da anemometer.8
- Sánscrito: ánila (“viento”) y prāṇa (“aliento vital”) reflejan los mismos conceptos.5
- Austronesio: Tagalo hangin (“viento”) y malayo nyawa (“vida, alma”).1112
- Latín y lenguas romances: El latín anima (“aliento, alma”) del PIE
De
*henkwi(Serpiente/Dragón):
Estas conexiones no son meras curiosidades lingüísticas; apuntan a una preocupación humana profunda y quizá universal por el aliento y las serpientes.
Breath and Serpent: Paleolithic Consciousness and Symbolic Continuity#
El llamativo continuum semántico entre *hankwa (aliento, vida, alma, viento) y *henkwi (serpiente, dragón) puede reflejar un sustrato neuro–simbólico de la conciencia paleolítica. En el mundo de nuestros ancestros, el aliento era invisible pero vital, y la serpiente era misteriosa y poderosa.
Muchos mitos antiguos fusionan estos dos conceptos. La Serpiente Arcoíris de los pueblos indígenas australianos es una deidad creadora asociada con el agua, los arcoíris y el aliento dador de vida.21 En la mitología china, el dragón (lóng) controla la lluvia y el viento. En el yoga indio, la kundalini es una energía serpentina enroscada que se despierta mediante el control del aliento (pranayama). La serpiente emplumada de Mesoamérica, Quetzalcóatl, era una deidad del viento y la sabiduría.
Hipótesis modernas como el “culto serpentino de la conciencia” de Andrew Cutler llevan estas conexiones al terreno de la evolución cognitiva. Cutler propone que los rituales con veneno de serpiente pudieron desencadenar estados alterados de conciencia que condujeron al nacimiento de la autoconciencia.22 Desde esta perspectiva, un culto serpentino habría usado el veneno como herramienta chamánica para “descubrir el yo”, un acontecimiento codificado más tarde en mitos de una serpiente que otorga conocimiento prohibido (p. ej., la serpiente del Edén).23
Aunque tales teorías siguen siendo especulativas, resulta sugerente cómo el lenguaje, la mitología y la neurohistoria pueden converger. El vocabulario proto-sapiens reconstruido sugiere que, a medida que Homo sapiens se expandía por el globo, llevaba consigo no solo herramientas prácticas, sino también universales simbólicos: entre ellos, palabras y mitos sobre el aliento de la vida y la serpiente cósmica. En última instancia, el emparejamiento de *hankwa y *henkwi es un testimonio de una comprensión ancestral según la cual la vida es un aliento que se enrosca a través del tiempo, y la sabiduría puede hallarse en la estela de la serpiente.
The Lifebreath of the Dragon#
Cutler’s Snake Cult of Consciousness argues that the decisive leap from simple sentience to secondary consciousness—the mind aware of itself—was taught, not born. The lesson took place in venom rites: initiates hovered at the edge of death, then resurfaced with a shocking insight that felt like a new wind filling the chest. The serpent gave the lifebreath, and with it the capacity to watch one’s own thoughts.
If that ceremony once sat at the cradle of culture, it left fingerprints. Across the world the breath root (*hankwa) and the serpent root (*henkwi) intertwine in tales where dragons breathe life, rain, or wisdom into humans. The pairing of sound and meaning—*han- for wind, *henk- for snake—looks less like coincidence than a linguistic fossil of an old teaching: consciousness is the breath the dragon bestows.
FAQ#
Q1: What is the Proto-Sapiens hypothesis? A. It’s the theory that all modern human languages descend from a single ancestral tongue spoken tens of thousands of years ago. It is a controversial hypothesis not accepted by most historical linguists but explored by long-range comparativists.12
Q2: What is the significance of *hankwa and *henkwi?
A. They represent one of the most compelling pieces of evidence for the Proto-Sapiens hypothesis, suggesting a deep, shared linguistic and symbolic link between the concepts of “breath/life” and “snake/dragon” among the earliest modern humans.3
Q3: Are these reconstructions universally accepted?
A. No. Reconstructions for established families like Proto-Indo-European (e.g., *h₂enh₁-) are widely accepted.8 Proto-Sapiens reconstructions like *hankwa are considered speculative hypotheses by mainstream linguistics, valuable for exploring deep-time language evolution but not yet proven.2
Proto-Human language – Also called Proto-World or Proto-Sapiens, this is the hypothesized common ancestor of all languages. See Proto-Human language – Wikipedia (retrieved 2025-07-28) for an overview, and Merritt Ruhlen’s The Origin of Language (1994) for an argument in favor of monogenesis. ↩︎ ↩︎ ↩︎
Mainstream linguistic view – Historical linguistics can confidently reconstruct proto-languages back ~6,000–10,000 years (e.g. Proto-Indo-European). Beyond that, the signal gets weaker. See Campbell & Poser (2008), Language Classification: History and Method, for a critique of long-range comparison. ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎
Bruneteau’s Reconstructions – Nicolas Bruneteau (2023), in “A glossary of 250 reconstructed Proto-Sapiens roots,” proposes
*hankwaand*henkwibased on cross-family comparisons. These connections are his proposals and are not generally accepted by mainstream linguists. ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎Global etymologies – A set of 27 proposed worldwide cognates was presented by Bengtson & Ruhlen (1994). Examples included tik “finger” and akwa “water.” These have been widely criticized as cherry-picked. ↩︎ ↩︎
Breath, spirit, and soul – The linking of breath with life/spirit recurs in many cultures. E.g., Latin spīritus, Greek pneuma, Sanskrit prāṇa, Hebrew neshama. These reflect a common conceptual metaphor (life = breath). See J. Leahy (2020), “The Vital Breath: Conceptualizations of Spirit and Air in World Cultures.” ↩︎ ↩︎ ↩︎
Proto-Afroasiatic
*-xʷan-– A root meaning “to breathe, live” (Ehret 1995, Reconstructing Proto-Afroasiatic). ↩︎ ↩︎Egyptian
Ꜥnḫ(ankh) – The hieroglyph ☥ stands for the word meaning “life, to live.” Its etymology may connect to the Afroasiatic*-xʷan-root. ↩︎ ↩︎PIE
*h₂enh₁-– This is the Proto-Indo-European root for “to breathe,” solidly reconstructed from cognates like Latin animus, anima and Greek ánemos (Pokorny’s Indogermanisches Etymologisches Wörterbuch, 1959, p. 38). ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎Latin anima – Derived from PIE
*h₂enh₁-. See the Wiktionary entry “anima.” Words like animal and animate descend from it. ↩︎ ↩︎The Sumerian deity Enlil, whose name means “Lord Wind,” was the god of breath, wind, and air. Bruneteau suggests the word for wind,
líl, may derive from*hwril, a form related to the*hwerkwabranch of*hankwa. ↩︎Proto-Austronesian
*NiSawa&*haŋin–*NiSawa(“breath”) is reconstructed by R. Blust (ACD).*haŋin(“wind”) is another well-attested PAN root. ↩︎ ↩︎ ↩︎Malay nyawa – Malay nyawa (“life, soul”) is a direct descendant of Proto-Austronesian
*NiSawa(“breath”). ↩︎ ↩︎d’Huy, Julien. “Le motif du dragon serait paléolithique: mythologie et archéologie.” Préhistoire du Sud-Ouest 21(2): 195–215, 2013. ↩︎
Proto-Semitic
*naḥaš– Root for “snake” in Northwest Semitic (e.g., Hebrew nāḥāš). In Akkadian it meant “lion,” suggesting a broader original meaning of “predator.” (Militarev & Kogan, Semitic Etymological Dictionary II, 2005). ↩︎ ↩︎PIE
*h₂engʷʰis– Means “serpent/snake.” It underlies Sanskrit áhi, Latin anguis, etc. (Mallory & Adams (2006), The Oxford Introduction to Proto-Indo-European, p.129). ↩︎ ↩︎ ↩︎ ↩︎English “snake” – From PIE
*sneg-o-(“to crawl, creep”), a different root from*h₂engʷʰisbut part of the same broad semantic field. (Watkins, American Heritage Dictionary of Indo-European Roots). ↩︎ ↩︎ ↩︎Proto-Sino-Tibetan
*mbruŋ– Reconstructed from Old Chinese 龍 (lóng) “dragon” and Tibetan ’brug “dragon; thunder.” (Baxter & Sagart (2014), Old Chinese: A New Reconstruction). ↩︎ ↩︎Proto-Austronesian
*sulaʀ– Reconstructed word for “snake,” yielding Malay/Indonesian ular. (Blust & Trussel (2020), Austronesian Comparative Dictionary). ↩︎Indic loanwords – The word ahas (for snake in Tagalog) is a loan from Sanskrit ahi, showing that snake words can travel through cultural contact. ↩︎
Proto-World for “snake”? – There is no agreed-upon root. Suggestions like
*(s)nag-are speculative, as similarities between Sanskrit nāga, Hebrew nāḥāš, and English snake could be coincidence or ancient loans. ↩︎Anthropological research has traced the “Cosmic Hunt” and “Dragon” myths back to the Paleolithic era, suggesting they were part of the symbolic toolkit of early Homo sapiens. ↩︎
Cutler, Andrew. “The Snake Cult of Consciousness” (Vectors of Mind, 2023). ↩︎
This theory reinterprets myths like the serpent in the Garden of Eden not as a story of a fall, but as an allegorical memory of a shamanic practice that catalyzed human self-awareness. ↩︎